La lana es una materia prima con gran versatilidad ya que se presta para todas las estaciones del año, desde la más calurosa hasta la más gélida. Es muy común que a lo largo del año la utilicemos frecuentemente y quizás sea confundida con otro tipo de material, sin embargo, esto nos demuestra que es una gran opción para cualquier época del año, y que se presta para diversas prendas que logran hacer la diferencia en cualquier look que llevemos a diario.
Hoy os hablamos de las lanas que usamos en verano y en invierno principalmente, recuerden que estas también pueden ser utilizadas en cualquier momento del año, aunque contando con algunas variantes como lo son el aislamiento de sudor, protección y cubrimiento.
- LANAS PARA VERANO. Éstas, se caracterizan por un hilado delgado y ligero que permite la transpiración del cuerpo sin dejar que este se acalore, incluso llega a ser bastante cómoda para utilizar tanto de día como de noche. Usualmente se utiliza para la fabricación de vestido, chals, camisas ligeras, además suelen ir acompañadas de otras texturas naturales como el lino, seda y algodón. Aunque no propiamente sean de origen natural, este tipo de lana son perfectas tanto para primavera como para verano, sin contar con la gran gama de colores que podéis encontrar.
- LANAS PARA INVIERNO. Cómo era de imaginarse a diferencia de las de verano, éstas son un poco más pesadas, aunque en apariencia se vean ligeras, son más cubrientes y suelen guardar muy bien el calor siendo grandes aislantes del frío ya que se adhiere mejor al cuerpo permitiendo que este se mantenga caliente. Sin embargo, es poco versátil y está específicamente diseña para la época de otoño invierno donde nuestra temperatura corporal suele descender con el ambiente, también cuenta con una textura más porosa pero suave.
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